Los sueños son el anhelo
interno que se tiene hacia algo, son el deseo por un estado nuevo de vida en
cualquier área.
Al tener un sueño, inicias un proceso mental direccionado a
crear y materializar ese sueño que estás imaginando. Tu pensamiento se estimula
con imágenes y hasta sonidos de lo que sería tu vida con ese sueño hecho
realidad. Este es el primer paso, y por eso, el primer componente: La
Visualización.
Frente a la visualización, no puedes quedarte con el simple
deseo de que se haga realidad. Es necesario Moverte, marchar tras ellos, creer que sí es posible alcanzarlo. El
Movimiento, o la acción, es el segundo componente, y este puede
empezarse tan sencillo como creando un plan para saber en qué enfocar tus
movimientos.
Luego, necesitas aplicar el tercer componente, que consiste en Llenarte De Energía Y Optimismopara empezar
a tomar acción dirigida a convertir en realidad tu sueño. El mismo deseo de
alcanzar un sueño, te facilita el trabajo de diseñar un plan estratégico para
alcanzarlo.
Al
margen de estos componentes básicos, podemos afirmar que es sencillo el proceso
de alcanzar un sueño, si tienes la firme decisión de tomar acción para
lograrlo.
Ahora,
quiero contarte algo…
Hay una
historia que es relatada en Seminarios de Superación Personal, Conferencias y
hasta colegios, que lleva un mensaje para los soñadores y para quienes no
valoran las metas de los demás, sobre la cual te invito a reflexionar.
Se
trata de un niño que iba a la playa muy de mañana y recogía estrellas de mar
que habían quedado sobre la arena y las devolvía al mar. Un día, un señor se le
acercó y le preguntó: “¿Qué estás haciendo?”.
“Estoy
cogiendo las estrellas de mar que quedaron atrapadas en la playa y las devuelvo
al mar antes que el sol las queme y se mueran” – respondió.
“¿Pero
no ves lo enorme que es esta playa? ¡Hay miles de estrellas de mar en la arena
y en todas las playas del mundo! ¿No te das cuenta que lo que estás haciendo no
sirve para nada?” – dijo el señor.
El niño
cogió otra estrella, la devolvió al mar, se paró, miró fijamente a los ojos del
hombre y contestó:
“Ahora pregúntale a esta estrella de mar si lo que estoy haciendo
no sirve para nada“.
Desde
ese día, el hombre regresó a la playa cada mañana para ayudar al niño a salvar
estrellas de mar.
El niño dio el paso más importante que marcó la diferencia: Creer, actuar y dar
ejemplo.
Salvó a cuantas estrellitas pudo, porque ese era el sueño que se propuso alcanzar y lo logró, a pesar de la crítica y la
oposición.
En base a esta historia, el cuarto componente que tenemos para
alcanzar un sueño es el de Nunca Rendirse, y el de Tener Oídos Sordos ante quienes deseen desmotivarnos en el
camino.
La vida
te motiva a que sueñes en grande y logres tus deseos, a pesar de que en un
principio parezcan inmensos. No te quedes pensado y esperando que algún día
ocurra.
Comienza alcanzando un sueño
pequeño y avanza, dando pasos firmes, hacia el logro de sueños muy
grandes.
Es grandioso ser
un soñador, de sueños reales, de metas muy altas. Pero más
grandioso aún, esTomar Acción hacia el logro de los mismos.
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